En una fiesta de bodas de un amigo.
-por esta me cambiaste? tan solo mírala, no tiene mi figura, esta llenita, no viste sensual como yo, ni siquiera se maquilla. parece una tonta. -a lo cual yo respondí:
-Que guapa te vez, me da mucho gusto saludarte y perdóname por lo que te dire pero no te cambie, te cancele, pues tu nunca me hiciste caso, jugabas conmigo porque yo alimentaba tu vanidad y deseo de ser querida. pero nunca me quisiste. Es cierto, estuve enamorado de ti y comenzaba a amarte, enamorarse no es una decision propia pero amar si lo es. cuando decidí cancelarte decidí dejarte de ver como prioridad.
Y si, ella no tiene tu cuerpo tan escultural como lo tienes tu, pero ¿sabes? me hace sentir el mismo placer que sentí aquella noche que quisiste regalarme cuando te sentiste sola. con la diferencia que por nuestra sangre, no solo corre el deseo, también corre el amor. Además, quizá ante tus ojos, parezca una tonta, pero te puedo asegurar que así como te conozco a ti, así la conozco a ella y se que no es tonta, y si lo llegara a ser, no lo es mas que tu.
Era evidente que había tocado hasta las mas finas ramas de su orgullo así que no le quedó mas remedio que defenderse y querer responder con el mas duro de los golpes que la boca puede decir...
-Jajajaja es una tonta. -Y mostrándome una llave me dijo. - Mira, me lo regaló mi novio, es la llave de mi carro, recién sacado de la agencia algo que tu nunca podrías darle a ella, en que vinieron' en bicicleta? Jajajaja.
Ella se dio media vuelta pensando que había ganado la batalla, pero no recordó que aquel que inicia una confrontación no debe de guardar la espada antes de asegurarse de que el enemigo a sido vencido por completo.
-No te vayas -le dije, -quería saber como te va en tu vida por el cariño que aun te guardo y por eso me atreví a acercarme a ti, no te preocupes no pensaba volver a intentar conquistarte si ese es tu miedo y por la cual estás siendo cruel conmigo. pero ahora, se que te va bien, y eso me da mucho gusto.
quiero agregar algo con todo el afan de ofenderte pues creo que tu lo has hecho hoy y desde siempre.
así que permiteme decirte algo. tu me has presumido el carro que te regaló tu novio, permite ahora a mi presumirte a mi prometida, ¿la ves? es ella, la que ves de lejos y a la que has criticado por no ser como tu. y te la presumo por que simplemente es lo mas valioso que tengo. Ahí afuera está estacionado un viejo BMW varios metros atrás de tu Mercedez Benz (si, lo vi al entrar y es muy bonito), no es mio, es de mi mujer, ella misma se lo compró hace ya 4 años, antes de conocerme, se a comprado un pequeño departamento y es muy respetada en su posición de ejecutiva frente a un circulo de Jefes exclusivamente compuesto por hombres. ella, al igual que tu, tiene el mismo título universitario, con una pequeña diferencia, ella estudió para no depender de nadie y ser algo por si misma, tu obtuviste tu título porque tus padres se esforzaron demasiado en darte una educación, y por que mas de un maestro cayó rendido ante tu encanto y, por lo mismo, te ayudaba a pasar las "pruebas".
Un día nos conocimos por cosas del destino y nos hicimos amigos, ella en nuestra relación de amigos se dio cuenta que yo no le regalaba nada, simplemente le compartía lo poco que tenía y lo mismo ha hecho ella conmigo pues nada de ella es mío, ni su carro, ni su departamento, ni su vida, ni nada, nuestro amor no se basa en lo que tenemos, somos o podemos dar, se basa en que el uno y el otro nos complementamos porque simplemente somos seres humanos con defectos y nos hemos acoplado mutuamente a esos defectos gracias al amor, tan así, que iniciamos un negocio que manejamos juntos, es lindo poder tener metas en común y el negocio nos envuelve en problemas que los dos buscamos responder y, afortunadamente, tambien nos brinda satisfacciones. ¿participas en los negocios de tu novio? estoy seguro que no tienes idea de su rol, por lo que no eres parte de su buena o mala reputación. tal vez seas un simple adorno de su status. pero alégrate, se consiguió a una mujer muy bella, aunque, quizás, sea solo eso.
No sabes que bien se siente que ahí afuera estacionado, este el juguete de mi mujer y aquí hablando contigo este a quien ama porque recuerdo que me trataste como tu juguete, sinceramente no deseo que ahí afuera este el carro que te regalaron y aquí hablando conmigo, el juguete.
Y así ella soltó de sus manos la espada del orgullo y yo
le ofrecí la mía, pero no pudo defenderse y se marchó. humillada por su propia arrogancia.
Miguel Tapia.
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